Ahora con el cambio de armario deberemos tener cuidado con las polillas. Éstas se alimentan fundamentalmente de la queratina de los tejidos pudiendo llegar a provocar graves daños en los mismos.
Las dos especies más comunes son: La polilla común (Tineola bisselliella) y la polilla doméstica parda (Hofmannophila pseudospretella).
Son especies ocasionales que se sienten atraídas hacia la luz.
Depositan los huevos en pliegues de ropa o pelos de alfombras por lo que son muy difíciles de ver.
La temperatura óptima es de 25ºC, por lo que en ese rango proliferan más rápidamente.
Las larvas de varias especies, sobre todo de la polilla doméstica, son sensibles a la humedad, por lo que se desarrollan más rápidamente en sitios donde sea elevada.