Según la climatología del año puede sufrir adelantos el proceso de la oruga procesionaria del pino (thaumetopoea pityocampa).
La colonia de esta especie forma bolsones o nidos de invierno fácilmente visibles en la copa de los pinos, cuando maduran abandonan los pinos en procesión, encabezadas por una hembra, para dirigirse a los lugares de enterramiento bajo el suelo, por lo que aumentan las probabilidades de contacto.
Esta oruga presenta unos pelos muy urticantes que pueden provocar intensas reacciones en oídos, nariz y garganta.
Además habría que tener especial cuidado con las mascotas, a las que puede provocar graves heridas: edemas, hinchazón, picor, necrosis, o, en los peores casos, pudiendo llegar a la asfixia del animal.